Astronauta azul

Voy a convertirme en astronauta. De color azul si puede ser. Y alejarme de tantas cosas que ya dejaron de aportarme algo de valor en mi vida. Hoy me despido de todo aquello que me impide vivir liviano. Mi cohete parte y en él no caben las exigencias, ni los compromisos, y mucho menos esas llamadas que dicen ser urgentes y que al final nunca acaban siéndolo. No hay lugar para expectativas ajenas ni para los conocidos “yo esperaba que tu….”. No viene a este mundo a cumplir expectativas de nadie, tan solo las mías.Tampoco siento que deba haber sitio para esos intereses disfrazados de amistades, amores que solo se aman a sí mismos, mensajes que parecen ser cálidos pero se convierten en auténtica fiebre. No quiero falsos elogios, egos desmedidos, malas artes o críticas que no sean constructivas. Donde yo voy nada de eso es bien recibido, se queda en tierra. Disfruto viviendo bajo los focos, pero me gusta vivir fuera de ellos. Mi cohete parte a un lugar en el que el silencio cobra realmente sentido y las palabras adquieren otra dimensión. Dónde los amigos no te exigen serlo, porque simplemente lo son. Dónde los amores aman por encima de todo y entienden que amar es aceptar y permitirte ser. Dónde las personas que me importan de verdad y a las que realmente les importo lo hacen todo fácil, porque la vida ya es difícil a veces de por sí. En ese sitio donde voy solo hay una máxima posible y es la de pretender ser feliz. Quizás seamos pocos, pero los que seamos, lo disfrutaremos con total libertad. 3, 2, 1…os espero en el espacio.