Y el camino sigue

Otro año bajo los zapatos. Miles de huellas por el camino ya hemos dejado. Son tantas las cosas vividas, son tantos los pasos dados! Qué bueno es tener claro quién es tu gente, quién se acerca realmente desde el corazón, quién se alegra de tus alegrías, quién te levanta cuando tropiezas con un escalón. Aprender que cada paso cuesta, que nadie te va a regalar nada, que lo que realmente importa al final del día es que tu conciencia duerma tranquila sobre la almohada. Que las sombras siempre están al acecho, las propias y las ajenas, aunque nada tranquiliza más que tu luz interna y serena. Entender que al final todos buscamos con anhelo el amor pero con diferente careta, sabiendo que sin amor seríamos simples seres sin alma, meras marionetas. Que el dinero, el ego o la fama son compañeros de viaje postizos, los que desean ser siempre la novia en la boda, el muerto en el entierro y el niño en el bautizo.Que el camino cobra realmente sentido cuando te das cuenta que la felicidad no se encuentra en la cima, sino en todo lo recorrido. Y es que el camino sigue, viviendo los últimos días como antaño, cruzando con alegría Nochebuena, vistiendo de melancolía fin de año. Y deseando recibir el mejor regalo que me pueden traer a mí los reyes en Enero: la salud de un roble, la ilusión de un niño, la pasión de un enamorado y el amor de los que yo mas quiero. *V.Parrado*